Mi primer paso fuera del closet (salir del closet=hacerse cargo de ser gay) fue en GLAM. Un boliche sobre la calle Cabrera que conserva la fachada y la estructura de la típica casa CHORIZO (la forma mas apropiada para un boliche gay!). Tiene una pista, 2 barras, 2 pasillos, altillo (reservados) y 2 baños (de hombres, claro!), dos living (del amor y pompeyano) y un patio ideal para las noches de verano.
Cuando se llena, EXPLOTA y como el lugar no es amplio, el apretujamiento es la CLAVE del lugar.
Choques, roces, apoyadas, manoteos, miradas, vasos que se chorrean, olor a perfume (mucho perfume), pelos con gel, lacios, planchitas, bucles, parados, nada de barba y menos bigote, ropa de marca, remeras blancas, algunas ajustadas otras ajustadísimas, musculosas, camisas, accesorios, collares, cadenas, muchos turistas, músculos, panzas chatas, autobronceante.
Para recorrer el lugar es inevitable dar vueltas (yirar) y el "pasillo yiratorio" es el SITIO OBLIGATORIO de paso, nadie puede escaparle porque es zona de caza y pesca hasta la primera parada que es la "arcada del amor", desde este punto tenés una visión de quien entra, quien sale, quien baila y quien esta en el living debajo de la pantalla (living pompeyano), quien esta en la barra y en el pasillo.
La música es bien característica: DANCE bien cool como Rihanna, Mika o Freemasons, sin caer en la marcha electrónica full.
El ambiente es óptimo para ir a tomar algo tranki, bailar, conocer gente o encontrarse con amigos. Con el tiempo conocí gente. Mucha gente. Y también conocí amigos: Facha, Dante, Juanu, Lego y Tiziano. Con ellos la aventura sigue cada finde, en el chat o via sms. Con ellos la aventura en Glam no tiene fin.
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