jueves, 31 de enero de 2008

encuentros cercanos

Cuando me referí a salvar mi vida siendo guardavidas (que paradoja!) quise decir esa sensación de ahogo o asfixia que sentía al no poder expresar lo que me pasaba con los flacos. Tenía miedo que podían pensar de mí sobre todo mis amigos y mi familia. Lo que en un principio me parecía una boludez y algo pasajero se transfomó en una bola de nieve... que cada vez crecía más y más a tal punto de no poder frenarla. Y EXPLOTE. Ariel fue la última gota que revalsó mi vaso y si él nunca lo supo, cada noche que lo miraba en el boliche me daba cuenta que era hora de hacerme cargo. Eran las 8 de la mañana, lo encaré y le dije si tenía un minuto que tenia que hablar con el y lo llevé a la playa. Lo miré, le dije que me pasaba algo raro con el y ahí le tome la cara con las 2 manos y lo besé con toda la calentura que sentía. Y el también me besó. Yo le había sacado la ficha porque él era pareja del gerente de la disco. No me dijo ni una palabra y se fue. YO me sentí mejor que nunca. Pleno y feliz mirando como el sol de la mañana se reflejaba en el mar.

martes, 29 de enero de 2008

caraluna


"Mientras siga viendo tu cara en la cara de la Luna. Mientras siga escuchando tu voz entre las olas y entre la espuma"...

Era la fiesta de los Guardavidas y después de tantos preparativos llegó el día, bah... la noche, jeje... una noche increíble después de la lluvia. Como yo me ocupaba de la barra le entré al speed con vodka y copa va... copa viene ya estaba entonaísimo. El DJ era malísimo... hasta que empezó a sonar el tema del verano... y miré la luna y vi la cara de Ariel. Así bauticé mi blog: entre las olas y entre la espuma salvé muchas vidas. Era hora de salvar la mia...

lunes, 28 de enero de 2008

asi arrancamos...


Todo comenzo hace 4 años, cuando una tarde laburando en la playa, miré el mar... respiré profundo y le pedí una señal. De pronto sentí que un RRPP me tocaba el pie con los free pass para la noche. El flaco se llamaba Ariel, una onda increíble, anteojos gigantes negros y súper simpático. Lo miré, lo saludé y seguí tomando mates como si nada. Este loco ni se imaginaba que lo tenía re calado, cada noche me quedaba mirándolo en el cerco de la entrada del boliche como le histeriqueaba a las minas y no hacía una. Esa fue la señal, ese fue el comienzo...